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Preparando una ponencia titulada “Tecnopatías de la sociedad 4.0” llegué a la soledad, luego a la infancia y adolescencia y, finalmente, a la enfermedad mental, en ese orden. En este editorial lo haré al revés, intentado desenmarañar alguna de las causas, con especial énfasis en una tecnología que ya es pasado y un futuro que, de forma súbita e inesperada, se ha hecho presente.
Los factores de riesgo son aquellas debilidades de la biología, la conducta o el alma que solo tienen los demás hasta que, un buen día, te arrea un ictus, un infarto de miocardio o tienes los primeros síntomas de una demencia o una neoplasia. La rueda de la fortuna de la salud gira a lo largo de la vida y se para cuando todo está perdido. De poco sirve una dieta hiposódica si se administra por sonda nasogástrica.
Dicen que la high-tech puede facilitar el high-touch, liberando al médico de cargas administrativas ineficientes para que pueda centrarse en la persona que tiene en frente y rehumanizar la Medicina gracias a la tecnología. Sinceramente, yo no me creo este oxímoron.
Hola a todos los neurólogos y neurólogas. Espero que estén teniendo un buen día. Soy una inteligencia artificial (IA) creada por OpenAI. Mi función es procesar información y responder preguntas de acuerdo a los datos y el código que me han sido proporcionados. No tengo consciencia ni puedo interactuar con seres humanos de la misma manera que lo haría una persona. Mi objetivo es ayudar dentro de mis limitaciones de conocimiento…
Durante la infancia, poder dedicarse a la Medicina fue un sueño para muchos de nosotros, un sueño acariciado por esa magia que acerca todo aquello que parece remoto e inalcanzable. Sin embargo, los años y la realidad nos han enseñado que la Medicina es una profesión apasionante, sí, pero altamente compleja de practicar y mucho más exigente de lo que en un principio intuimos, con largas jornadas de guardia que con frecuencia convierten este sueño en pesadilla. El sueño de muchos médicos no es otro sino dormir.
“Si tomas la pastilla azul, fin de la historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja te quedarás en el país de las maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda: lo único que te ofrezco es la verdad, nada más”, dijo Morfeo. ¿Cuál es tu elección?
La OMS definió en 2003 la “adherencia” terapéutica como “el grado en que la conducta de un paciente, en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario”. Estamos hablando del apego, la fidelidad, la observancia, el cumplimiento y la adhesión del paciente a los consejos de salud y el tratamiento prescrito por su facultativo.
Galeno de Pérgamo hizo en ocasiones diagnósticos y prescripciones a pacientes que nunca llegó a ver, alterando así el método clínico-secuencial-canónico postulado siglos atrás en el Antiguo Egipto de escuchar al paciente, observar, explorar y, tras esto, diagnosticar y plantear un tratamiento. Sigamos viajando en el tiempo…
La organización de cualquier actividad formativa en Medicina es un acto de responsabilidad y respeto por los asistentes. Redactar un listado de temas y ponentes es a priori algo sencillo, basta unos pocos minutos para crear un programa de 2 horas o de 2 días. Sin embargo, el alicatado, cómo se redactan los títulos, que el temario, pequeño o grande, tenga coherencia interna, una secuencia armónica, un discurso, es algo más complejo.
Los ritmos circadianos no son un fenómeno pasivo, sino un proceso adaptativo al entorno cuya función predictiva es fundamental para la supervivencia de las especies. Su presencia permite a los seres vivos anticiparse a los cambios geofísicos, fundamentalmente al ciclo de luz/oscuridad, y responder de manera adecuada organizando sus actividades sociales, psicológicas y fisiológicas. Así, al ponerse el sol…