La organización de cualquier actividad formativa en Medicina es un acto de responsabilidad y respeto por los asistentes. Redactar un listado de temas y ponentes es a priori algo sencillo, basta unos pocos minutos para crear un programa de 2 horas o de 2 días. Sin embargo, el alicatado, cómo se redactan los títulos, que el temario, pequeño o grande, tenga coherencia interna, una secuencia armónica, un discurso, es algo más complejo.

A lo largo y ancho de estos más de 2 años de pandemia las actividades online han cobrado un necesario y obvio protagonismo. Si bien se está volviendo a la anhelada presencialidad, la mayoría de las actividades científicas y formativas se han llevado a cabo mediante herramientas web de telecomunicación y teleenseñanza. Indudablemente, las ventajas han sido muchas, desde un menor coste hasta una fácil accesibilidad, lo que ha facilitado, especialmente en los primeros meses de pandemia y cuando el tema central era la COVID-19, audiencias espectaculares, de cientos e incluso miles asistentes. Con el paso de los meses se ha observado una clara fatiga y los seminarios web han ido perdiendo fuerza hasta el punto de que, algunas reuniones científicas online con un fuerte apoyo económico detrás, apenas consiguieron asistencias testimoniales.

Así las cosas, plantear un modesto seminario web acerca de la migraña en mayo de 2022, máxime sobre asuntos alejados del monotema clonal de los últimos años y con un temario construido en torno a una nueva formulación de rizatriptán¹, un fármaco antimigrañoso sintomático maduro (se aprobó en España el 1 de mayo de 1999) y archiconocido por todos, tuvo no poco mérito y arrojo.

Tal como se ha comentado antes, la clave está en el alicatado, el discurso interno del programa, su lógica, que responda a algo. Esto no es sencillo cuando las ponencias son dispares, y acogerse al comodín del eclecticismo no nos vale. Había que buscar un leitmotiv. Meses antes firmamos un trabajo en Kranion titulado Rizatriptán: nuevos retos para un viejo amigo¹. La solución siempre está ante nosotros, y fue el caso. Migraña 2022: nuevos tiempos, viejos amigos, ese fue el título que escogimos. El tiempo siempre ha sido el factor clave en el tratamiento sintomático y preventivo de la migraña, pues esto va de reducir la duración de las crisis, su frecuencia y sus consecuencias.

El primer indicio de que la actividad iba a funcionar, selección de temas y calidad de los ponentes aparte, fue la respuesta de estos cuando se les invitó. Los tres aceptaron sobre la marcha, nada más recibir el e-mail de invitación y conocer el enfoque editorial del seminario. El planteamiento fue sencillo: presentación, tres ponencias con una pregunta de cortesía tras cada intervención, discusión y despedida.

Los porqués fue tarea de la Dra. Margarita Sánchez del Río, quien defendió la ponencia: Una fisiopatología de la migraña contada para escépticos, cuyo título nos prestó el escritor Juan Eslava Galán. Hace unos 10 o 20 años, defender semejante tema no era demasiado complicado. Con el tiempo, el conocimiento acumulado y muy especialmente la dificultad que entraña explicarlo de forma sistematizada, veraz, clara e inteligible está al alcance de muy pocas personas.

El cómo y el cuándo corrió a cargo del Dr. Julio Pascual. Desarrollo clínico de rizatriptán: revisión cronológica de sus principales hitos fue el título de su ponencia. El tiempo, nuevamente. Julio ha sido uno de los principales protagonistas de la investigación e implantación de los triptanes como tratamiento sintomático de elección en la migraña y es seguramente quien mejor conoce todas las fases por las que ha pasado rizatriptán, lo que incluye su nueva formulación en película bucodispersable.

La tercera intervención fue obra del Dr. Luis Carlos Álvaro. La percepción humana del tiempo: un sesgo, una ilusión, una ecuación fue su sugerente título. Hace años que en el Grupo de Estudio de Humanidades e Historia de la Neurología de la SEN queremos abordar este asunto, y esta compleja introducción del Dr. Álvaro, coordinador del Grupo de Estudio, puede considerarse el inicio del proyecto. La ponencia ya está escrita y se publicará próximamente en la revista Kranion².

La discusión fue interesante y amena, huyendo de lugares comunes y poniendo a prueba los conocimientos y la cintura de todos los intervinientes. Las preguntas a responder no fueron fáciles, por ejemplo: cómo desenmarañar la cultura del dolor en los pacientes con cefalea crónica desde la fisiopatología de la migraña; si la respuesta terapéutica en humanos puede diferir cuando la vía de absorción de rizatriptán es bucal (película bucodispersable) frente a la clásica vía oral (comprimidos y comprimidos liofilizados); si la conciencia es un sumatorio continuo de infinitas memorias instantáneas; cómo abordar el dolor, cómo el sufrimiento y cómo diferenciar ambos conceptos en la práctica clínica; o si la percepción del tiempo cronológico en los pacientes con migraña se altera y si esto puede influir de algún modo en la duración subjetiva de los síntomas o en el tiempo de respuesta al tratamiento, entre otras peliagudas cuestiones.

Como suele pasar en estos casos, el tiempo se nos hizo corto y terminamos algo tarde. Fue al despedimos, con los cuatro en pantalla, cuando todos nos dimos cuenta de que no había sido un seminario web cualquiera. Fue en ese mismo instante cuando surgió la idea de escribir este editorial de agradecimiento a Exeltis por dejarnos hacer, a los tres ponentes protagonistas del encuentro por su profesionalismo y amistad, así como a SANED por su impecable realización audiovisual y cobertura técnica.

Edmund Pellegrino enunció una de las principales máximas de la Medicina: “La más humana de las artes, la más artística de las ciencias, la más científica de las humanidades”. Procuremos observar tan bellas palabras en todo lo que hagamos. Incluyamos ponencias sobre Historia y Humanidades de la Neurología en nuestras actividades científicas y formativas. Cuidemos la confección de nuestros programas y la selección de ponencias y ponentes. Que lo que emprendamos tenga el discurso, la lógica y el ritmo de un soneto. No hagamos cualquier cosa para que nuestro tiempo y el de nuestra audiencia se dé por bien aprovechado.

Puede acceder a este seminario web haciendo clic aquí (debe registrarse en Neuroexeltis.es).